Un comerciante de internet descubrió el Mejor Negocio conocido en a industria del mercadeo online, que daría comisión del 100% para toda la vida a quienes lo invirtieran todo. Se puso muy entusiasmado, no solo por si mismo y su familia, pero también porque sabía que la gente necesitaba ese Producto. Así que puso todos sus demás negocios de lado e invirtió todo lo que tenía en la Nueva Oportunidad. Se preparó para hacer la mejor campaña publicitaria posible para promocionar su Negocio.
Sabía que el Producto era lo Mejor, pero también sabía que el mercado estaba saturado con todo tipo de productos de mala calidad, companies fraudulentas, y esquemas de “hazte rico rápidamente sin hacer nada”, y que la gente era escéptica y no querían meterse en nuevas oportunidades aunque parecieran muy prometedoras en los anuncios publicitarios.
Buscó obtener la última tecnología para propulsar su producto y compiló historias, testimonios, fotos, diapositivas y videos, y coleccionó una considerable lista de direcciones de correo electrónico. Se puso a enviar mensajes por todo el mundo, adjuntando diferentes materiales publicitarios todas las semanas. Hizo esto durante varios años y en todas las redes sociales. Mientras tanto, su Negocio iba floreciendo y prosperando.
¿Qué pasó con su campaña publicitaria? ¿Tuvo éxito con las cifras?
Pues bien,
- Algunos de los correos fueron automáticamente considerados spam y devueltos al remitente.
- Otros fueron a parar directamente al correo basura y no se recibieron.
- Parte de los correos llegaron a los buzones correctos, pero fueron borrados sin leer.
- Algunos sintieron curiosidad y los guardaron para leer luego, pero nunca encontraron tiempo de hacerlo.
- Otros leyeron los correos pero rechazaron el Producto y hasta replicaron solicitando ser borrados de la lista de contactos.
- Muchos leyeron los correos y les gustaron, pero como no estaban seguros de la fuente de los mismos ni de las intenciones del remitente, no hicieron nada más que leer.
- Algunos leyeron y se entusiasmaron y querían hacer algo, pero cuando empezaron y no tuvieron mucho resultado con sus campañas, se desanimaron y lo dejaron correr.
- A varios les gusto tanto la idea del Negocio que empezaron a compartir los correos con sus propias listas de contactos.
- Unos cuantos de esos contactaron con el comerciante de internet solicitando entrenamiento, mas materiales, y como empezar su propio negocio siguiendo el mismo modelo. Estaban muy felices de haber encontrado un Negocio así.
- Algunos de ellos crearon asociaciones locales, nacionales y regionales para poder distribuir el Producto más eficazmente. Multiplicaron el negocio y lo promocionaron a través de todas sus redes sociales.
Aunque fueron comparativamente pocos los que habiendo recibido el mensaje hicieron algo al respecto, el resultado final fue mucho mayor de lo que el comerciante de internet original había imaginado cuando empezó la campaña.
Llegaron tiempos difíciles, crisis económicas y sociales, y la gente sufría y se preocupaba por sus trabajos y familias. Muchos se acordaron de aquel plan de Negocio que habían leído en un correo y volvieron a su buzón para recuperarlo, lo leyeron y trataron de poner algunos puntos en práctica. Pero fueron muchos más los que terminaron por pasar privaciones.
Mientras tanto, todos los que habían invertido parcialmente o a tiempo completo en el Producto del Negocio, habían prosperado y tenían suficiente para compartir con otros.
Llegó el momento en que el Cerebro Gris que había inventado el Negocio vino a visitar el mercado, y decidió utilizar las redes establecidas por los afiliados en varios países para consolidar el negocio en el mundo entero. Así se aseguró de que todos tuvieran más que suficiente.
Idea tomada de la “Parábola del Sembrador”
(Mateo 13)
He aquí, el sembrador salió a sembrar.
4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
9 El que tiene oídos para oír, oiga.
18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;
21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
No os olvidéis de visitar el Meadow (la Pradera), si necesitáis leer más, escuchar música o ver una película inspiradora, en la pestaña Inspirational.